Los historiadores y la “cuestión criminal” en América Latina. Notas para un estado de la cuestión

Lila Caimari

Resumen

Dedico esta intervención a esbozar algunos trazos del rumbo que en América Latina han tomado los estudios  históricos de ese conglomerado que llamamos la “cuestión criminal” y que abarca un arco amplio de temas y  perspectivas, incluyendo instituciones (prisión, policía, justicia), prácticas sociales asociadas a los márgenes o la  ilegalidad, imaginarios colectivos o sistemas de representación masiva del delito y el castigo, entre otros. Es un ejercicio “a mano alzada”, de ningún modo exhaustivo, que parte de la invitación, por parte de los organizadores de este encuentro, a reflexionar sobre las implicancias historiográficas y metodológicas de mi experiencia reciente de investigación sobre la policía de Buenos Aires en el temprano siglo XX. Me disculpo de antemano, pues, por el sesgo temático y regional de las notas que siguen.

Dos preguntas amplias definirán el marco de estas líneas: a) ¿De qué maneras ha evolucionado la historia de la cuestión criminal en los últimos quince años?; b) ¿Cómo participa (o debería participar) la historia en la construcción de saber sobre el presente, y en particular, sobre la gran cuestión del aumento de la violencia (delictiva y represiva, estatal y social) en América Latina?